viernes, 23 de julio de 2010

RETRATO DE CIUDAD CON TANGO ( técnica mixta) x Ana Buquet

Tango :


Caminando los suelos de sus calles,

va sabiendo de hambre

y sinsabores.

En su alma van de luto

recuerdos del ayer.

En cada vereda,

escondida está la muerte,

relamiéndose con sexo

y con alcohol.

En cada zaguán

alguien espera.



Retrato:



Se suspenden la vida y el pasado en cada baldosa de mi Ciudad Vieja.

Durante el día, gentes de oficinas, abogados y ministros, atraviesan sus calles.

Llegado el atardecer, cambia el paisaje.

Las paradas de ómnibus se abarrotan de gente con rostros cansados, cargando carpetas y portafolios.

Caen pesadas las cortinas de los bancos y de los edificios.

Ya no quedan en las calles automóviles.

Al llegar la noche, ya no parece nuestra ciudad.

Se han apagado las luces.

Bajando las calles que van hacia el puerto, despierta otra vida.

Esa otra vida donde en lugar de expedientes, cobranzas y depósitos, se exhibe el amor de compraventa.

Los prostíbulos encienden sus luces rojas. Salen de su interior acordes de un tango arrabalero.

Los borrachos se entregan al sueño de la felicidad.

Las dueñas de cuerpos a la venta, gastados por la vida, ya inarmónicos, entregan sus oídos a idiomas extranjeros.

En las esquinas duermen los bichicomes.

Todo lo miro yo desde la ventana de mi alma : atravieso sus calles, camino con los borrachos, converso con las prostitutas.

Todo lo siento yo desde la ventana de mi alma.

Termina la gira por el bajo de la ciudad.

Con la mochila cargada de claroscuros sentimientos, atravieso algunas calles.

Me detengo en la segunda de las plazas.

Miro alrededor. No hay nadie. Apenas me acompaña un perro callejero y el monumento a nuestro prócer.

Los bancos que por el día dan descanso a los caminantes, están vacíos.

Elijo uno. Siempre elijo el mismo. Es que nos hemos hecho compañía tantas veces, que ya nos reconocemos.

Son las 12 de la noche. Comienza un nuevo día.

Me apresuro a abrir mi mochila.

De ella, salen las palomas de las ilusiones que recién me regalaron.

Vuelan blancas. Vuelan lejos.

Quedan dentro los resabios. Ellos no saben volar.

El banco me pide que le deje mi cargamento, y eso hago.

Lo que no sabe es que le dejo en él algunas desilusiones que también me han regalado, y que guardo para mí, por siempre, los recuerdos.



Buquet, Ana

2 comentarios:

  1. Gracias, Ana White, por invitarme a pasear mi sed de lectura por tu encantador blog... en lo adelante te visitaré a menudo y dejaré mis comentarios pertinentes. Te deseo suerte y felicidades!!! Me encanta el nick ANA WHITE hasta podría ser tu seudónimo de suerte...

    Besos,
    Elizabeth

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  2. Gracias Elizabeth! Me alegro que te haya gustado, y me encantaría que lo visitaras a menudo y me dejaras tus comentarios como me decís.
    Mil graciassss!!! Un beso grade!!!
    Ana B. Buquet

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